Graciela Ribbles es una escritora santafesina, residente en la ciudad de Santo Tomé que desde pequeña disfrutó de la lectura de los clásicos de la literatura de acuerdo a su edad. Esa experiencia la inició en este camino dela escritura. Ha realizado cursos de formación en diversos géneros literarios, participó en distintas antologías de poesía o narrativa. El cuento es su predilección. Graciela utiliza una escritura sencilla, directa, y toma historias propias y de otros actores, se constituye en una voz, para crear relatos literarios signados por la dulzura que la caracteriza. Ha sido premiada por su narrativa y es invitada a encuentros y presentaciones para escritores en los que gusta interacturar con sus colegas y lectores. En su quehacer es evidente el cuidado de la gramática y las construcciones. Cada oración está pensada para iluminar al lector mientras se avanza en la lectura de sus emocionantes historias. Es un honor conocer su obra y que sea parte de la Galería "Cohen Art Santa Fe", Edición 2024.
Las historias llegan a mi, porque necesitan una voz que las cuente.
BIO | Esencial Ribles
Reside en Santo tomé, Santa Fe, ha realizado distintos cursos de capacitación en Literatura fantástica, poesía y narrativa en la Universidad Nacional de Bariloche, y la Universidad Nacional de Rosario.
Participó en la antología "Más allá del color" y en la antología de poesía y narrativa "Abriendo caminos, acortando distancias", entre otras.
En el año 2022 ha sido Ganadora del Primer Premio con el cuento "Relato de la vida" organizado por la Fundación "Puente a la Vida" de la Provincia de Chaco.
Es asociada de SADE Filial Santa Fe, y participado de sus actividades, Café Literarios y propuestas, como también participó de las Antologías literarias de E.R.A., Escritores Rafaelinos Agrupados (2023 y 2024).
Durante el año 2022 el Diario "El Litoral" de la Ciudad de Santa Fe ha publicado de manera regular cuentos de su autoría.
En diciembre de 2024 visitó la sede de Gobierno de la ciudad de Rosario, precisamente el Ministerio de Igualdad y Género donde se realizó la presentación de la Antología "Mujeres de mi tierra".
"Ésta Antología nació del Concurso "Eufrasia Cabral" organizado por el Gobierno de la provincia de Santa Fe. Mi relato "La Maestra Caracol" que recuerda la obra de Ángela Peralta Pino obtuvo el tercer puesto entre veintidós relatos. Agradezco al jurado y los organizadores del evento" [Graciela Ribles]
En primera persona
"Mis padres vivieron desde el inicio en el barrio y en la actualidad vive mi hermana y una sobrina.
Te cuento más abajo un poco acerca de mí.
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Vivo en la ciudad de Santo Tomé, provincia de Santa Fe. Agradezco a mi padre incentivar en mí el placer por la lectura.
La biblioteca de la escuela primaria fue el espacio que logró llevarme a un mundo de aventuras, donde los personajes cobraron vida. Platero y Yo, Mujercecitas, Papaito piernas largas, Los cuentos de las mil y una noches, El Principito, Hombrecitos, Juvenilla y tantos otros lograron tender un puente por el que comencé a caminar con timidez.
Cuando la llama del escritor se enciende puede llegar al máximo o quedar en piloto. La llama que ardía en mí, estuvo en piloto mucho tiempo, otras ocupaciones como el trabajo, criar hijos, la vida misma impidieron que girara la perilla.
A los cincuenta y siete años, el verbo volver, aceleró los tiempos y conquistó el pasado por un camino inverso, la llama se avivó con la ambición de convertirse en hoguera.
En este proceso descubrí que no era suficiente tener ganas y un talento innato, como todo oficio debe aprenderse. Recurrí a talleres literarios, recibí formación de talentosos escritores y el año pasado obtuve una Diplomatura en Escritura Creativa otorgada por La Universidad de Ezeiza.
La literatura tiene diferentes géneros, al principio incursioné en el género fantástico, del que tengo escrita una novela aún sin publicar.
En el proceso por encontrar mi propia voz como escritora, fui sufriendo transformaciones. Comenzaron a llegar historias de pobreza, violencia, abuso, dolor; tristes y conmovedoras voces, que gritan en silencio sin que nadie reclame por ellas.
“Vivir en el barro” es el título de un libro en el que incluí todas estas historias pero que por razones económicas no pude publicar.
Entonces el dilema ¿qué hago ? Decidí que estas historias debían salir a la sociedad para golpearla, mostrar el mundo de los que menos tienen, de los que buscan en las adicciones olvidar los golpes el hambre y la violencia.
Niños y jóvenes en situación de calle, obligados a huir del hogar familiar porque los matan a golpes, los abusan y a las niñas las obligan a prostituirse.
El diario El Litoral me brindó un espacio para publicarlas, los comentarios de todo tipo vinieron ante cada relato, pero era lo que pretendía al escribirlas generar esa reacción.
Llegaron espacios en diferentes medios que hicieron posible transmitir este mensaje.
Como escritora, amo darle voz a estos personajes que encontramos en un semáforo, en la peatonal céntrica, ofreciendo tarjetitas en el colectivo, niños de los comedores escolares y las copas de leche.
Concluyo citando el encabezado de mis cuentos:
Las historias llegan a mi porque necesitan una voz que las cuente. Historias de niños, adolescentes y adultos. Ellos me eligieron y yo no puedo callar.
OBRA | Publicaciones | Antologías
2022 - "Más allá del Color" (Editorial DUNKEN, Bs. As.)
2022 - "Abriendo caminos acortamos distancias" (Editorial Cen Ediciones)
2023 - "Voces y Colores de Navidad" (Antología E.R.A.)
2024 - "Vivencias de este lado del escenario" (Antología E.R.A.)
2024 - "Mujeres de mi tierra" (Antología del Concurso "Eufrasia Cabral" Ministerio de Igualdad y Género. Gobierno de Santa Fe)
OBRA | En sus Letras
"RAULO"
La tarde del Domingo muere con la última jugada.
El partido está picante, los del fondo vinieron a ganar o morir, la última vez terminamos a las piñas.
―Raulo, larga la pelota―le grito, viendo que por atrás el negro García viene a barrerlo.
Raulo, me tira el pelotazo para que lo corra por el lateral izquierdo, freno la pelota con la zurda y le doy el pase al petiso Cantero, el petiso la para con el pecho y le da un pase de lujo a el chino Suarez para que la empuje suavecito y meta el gol. Pero en ese momento el perro del colorado, se mete a la cancha y con el hocico saca la pelota para el corner.
El pitazo del referí marca el final, el clásico barrial termina en empate.
Los del fondo se nos cagan de risa, nosotros nos comemos la rabia, el colorado y el perro desaparecen en el laberinto de pasillos de la villa.
Llego al rancho con los botines colgados del cogote, el viejo toma mate en la vereda, justo bajo la sombra del paraíso.
―Y ¿cómo les fue?―dice dándole un sorbo profundo a la bombilla.
―Para la mierda, empatamos, culpa del perro del colorado. Y de una le escupo toda la historia.
El viejo mueve el cuerpo de arriba a abajo, tratando de esconder los dientes podridos.
Voy para el fondo y me lavo en un tacho.
―Viejo, voy un rato a lo de el Raulo.
―No vengas tarde que mañana a las seis arrancamos.
El Raulo vive a dos cuadras, en un ranchito de chapa.
No necesito golpear, los perros con sus ladridos anuncian que llegue.
―Doña, ¿está el Raulo?
―Si, ya te lo llamo.
―Raulo, te busca el Pepo―grita .
Me siento en un tronco que está en la entrada. Raulo aparece con cara de dormido.
―De pura bronca, me acosté, para no pensar en el partido, lo teníamos ganado y la cagó el colorado.
―Si, el chino quería sacar la faca y partirlo al medio.
―Ahora que me acordé, mañana es tu cumpleaños, pagate una birra, que cumplís los trece y capaz la Magui te de un piquito―dice el Raulo riendo.
―Callate loco, si ni me mira,lo de la birra depende de cómo nos vaya en el rejuntadero―me voy a dormir un rato.
―Mañana, a las seis nos vemos.
El día amanece nublado, el viento sur pega contra las chapas que golpean desentonando.
Con el viejo vamos para el basural, empujando el carrito.
Hay que llegar temprano porque cada día hay más gente, a eso de las ocho de la mañana llegan los primeros camiones.
Lunes y jueves vienen los del frigorífico, si tenemos suerte, juntamos huesos para la sopa y cuerito de pollo, el cuero de pollo frito es una delicia.
Los martes y viernes los volcadores de los supermercados traen productos vencidos, yogurt, queso, fiambre, verdura, depende el día.
Lo busco al Raulo, no lo veo, siempre recolectamos juntos y después dividimos.
―Pepo, andate que anda la banda de el Ramón y no quiero lío.
―Ya se viejo, quedate tranquilo que los tengo bien junado.
―Parece que en cualquier momento se pudre todo―avisa el tuerto.
Los camiones llegan, todos corremos para estar primero,los brazos se mueven como si estuviéramos nadando en la basura, chocan con otros brazos que no llegaran al podio.
En una bolsa que tengo bien agarrada voy guardando.
La máquina compactadora avanza sin inclinación ni rechazo.
Vuelvo con la bolsa bien cargada, al lado del carro hay varias personas amontonadas.
Estoy seguro que el Ramón armó quilombo.
La cara del viejo, con los surcos marcados de pobreza, no oculta nada.
En el piso, el Raulo con las manos debajo de la cara y las rodillas desnudas.
Los huesos flacos, empaquetados con bolsas de nylon y cartón.
―Pobre pibe―dice la Cuqui
―Quedarte dormido en el basural es igual a la muerte―dice alguien, la máquina lo compactó.
―Pibe no, se llama Raulo y es mi amigo, mi hermano―digo abriendo paso y mirándolos a todos, con la cara enrojecida de impotencia.
Como duele el pecho, cuesta respirar, las náuseas revuelven las tripas vacías.
Llega otro camión, otra vez los brazos nadando en este basural de mierda.
El viejo, se pone a doblar unos cartones, guarda unas cuantas botellas, agarra el carro y se va para la recicladora.
La montaña de basura, las personas como hormigas, la máquina que sigue compactando,
el Raulo y yo.
Un patrullero se detiene en la entrada.
Sacudo el cuerpo.
―Gil, despertate, tenemos que tomar una birra, o te olvidaste que hoy es mi cumpleaños.
"SALTITO" (Fragmento)
Saltito es un caballito
de viejo cuero marrón,
tiene los ojos de vidrio
y las patas de cartón.
Las velas chiporroteaban sobre la torta, el número 60 pintado con purpurina dorada, arroja destellos en la íntima penumbra.
La familia y los amigos cantan el Feliz Cumpleaños, esforzándose por conseguir una afinación que falla desde el comienzo.
El aire sale por la comisura de los labios, apagando el símbolo festivo.
Un "nos vemos" y la puerta que se cierra indica que el festejo terminó.
En una bolsa de consorcio tiro vasos, platos, latas y restos de comida, aspiro la moqueta. Apago la luz, solo quedan encendidas las intermitentes del Árbol de Navidad.
Las manos juegan con la medalla de oro que tiene grabada las iniciales de mi nombre. El resplandor de un auto atraviesa el cristal de la ventana, la luz de los faros golpean la punta del Árbol de Navidad, formando una figura pentagonal en la pared.
La imagen cobra vida y muere al instante.
Pienso en lo fugaces que fueron estos sesena años y que no dispongo de otros sesenta por delante. No hay arrepentimientos por lo que hice, si por lo que no hice.
Un recuerdo viene a perturbar los pensamientos, Saltito.
Es el mes de diciembre del año mil novecientos sesenta y siete, todos los miércoles papá a la salida del trabajo pasa por el puesto de diarios y revistas y compra un libro de cuentos:
La gallinita vanidosa.
El gato con botas.
Los tres chanchitos.
Pulgarcito.
Nubecita, la chanchita distraída.
Son algunos de los cuentos que ya tengo.
En el escalón de la puerta, con las manos entrelazadas, lo espero.
Papá baja del colectivo, tengo prohibido cruzar la calle, asi que aguanto un ratito más las ganas de abrazarlo.
Él, con el maletín, traje y corbata a pesar del calor.
Va al dormitorio, se cambia.
- Chela, vení.
Está sentado en la cama con el maletín en la mano.
- Tomá, éste es el cuento de esta semana ¿Te portaste bien? - dice sonriendo.
Gracias, papi - digo mientras le doy un beso en la mejilla rasurada.
Salgo corriendo al patio, sentada en una silla miro las imágenes, teng cinco años y no sé leer, papá lo leerá a la hora de la siesta.
Acomodada en el medio de la cama espero la historia, el ruido del ventilador invita al sueño. Con el cuento entre sus manos papá comienza con la lectura: (...)" (continúa)
("Saltito" en Antología "Voces y colores de Navidad", 2023.)
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Recibe Antología "Mujeres de mi tierra", participa con un cuento. Sede Ministerio Igualdad y Género.
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Director del Blog Leonel Alvarez Escobar
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