Lucrecia Freyre, ha sido una gran lectora desde su niñez, fue docente en los diferentes niveles de la enseñanza, es promotora de la lectura y la escritura desde su participación en SADE filial santa Fe, y en esta oportunidad la destacamos por su hacer con la palabra. Es sin dudas una escritora santafesina con una narrativa característica. Con notable habilidad para recrear atmósferas y situaciones, nos presenta muchos elementos cotidianos, familiares. Parece nutrirse de cada entorno para crearnos universos literarios cercanos, conocidos, a veces por la mitología urbana, otras por los susurros del aire costero que lleva historias de unas orillas a otras. Es una autora que nos cuenta facetas de la geografía santafesina, las imágenes de calles, lugares, paisajes locales de otros tiempos pero también de un presente en donde muchas cosas están cambiadas en la escena litoraleña. En su haber literario también hay poesía con la que nos pinta imágenes de otros cardinales, de otros hechos, incluso históricos. Puede observarse una escritura dedicada, por su vocabulario o por su léxico, incluso por los sonidos. Ha mencionado que en su obra utiliza experiencias de su infancia, o de otros momentos de su vida, pero escribe ficción. Aunque se desprende de todo gracias al lenguaje poético pareciera que diversos voluntariados se reflejan entre las páginas. Puede decirse que mientras te atrapa con una trama ficcional su obra se convierte en un texto inspirador. Poner sobre la mesa los tabúes de una época, o los temas de agenda pública de otra, permiten ofrecer una experiencia de lectura que no solo será para el placer sino también para cristalizar hechos sociales, que tanto en el pasado como también en la actualidad podrían tener protagonistas. La autora nos cautiva con romances prohibidos, con relatos que se encuentran en penumbras. Estamos en una sociedad de cambios, y su obra "Mujeres" es precisamente un corpus de realidades e historias devenidas ficción literaria. Es un honor conocer su obra y que sea parte de la Galería "Cohen Art Santa Fe", Edición 2022.
BIO | en primera persona
"Soy Lucrecia Freyre, docente ya retirada, después de una larga trayectoria en la educación en los tres niveles de enseñanza y de muchos años en la gestión institucional.
Desde la infancia, la lectura ha sido mi placer sin límites, me ha llevado de viaje por distintas latitudes, épocas, géneros, ideologías y estilos, ha alimentado mi vocabulario y me ha impulsado a expresarme a través de la escritura.
Debo decir que siempre escribí; así he volcado sentimientos, experiencias, ideas, sin hacerlo en forma sistemática sino ocasional y casi siempre sólo para mí. Después de mi jubilación, comencé a acercarme a agrupaciones de escritores de nuestro medio y de este modo a la literatura de nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestra región. Los "Cafés Literarios" que año a año organiza la Sociedad Argentina de Escritores filial Santa Fe, me permitieron tomar contacto con muchos autores de obras poéticas y narrativas. De este modo me sentí estimulada a profundizar mi “ejercicio” de escribir.
Transcurrido algún tiempo, comencé a formar parte de la Comisión Directiva de SADE, en la que hoy en día me desempeño como secretaria. Entre otras actividades colaboro en la difusión de escritos de autores santafesinos a través de la página de Facebook y la cuenta de Instagram, participo en la organización y puesta en marcha de los Cafés Literarios que SADE Santa Fe realizó mensualmente, en forma presencial hasta el año 2019, en forma virtual durante los años 2020 -2021 y actualmente, retomando la presencialidad.
Pero el desarrollo sistemático de la escritura tiene su puntapié inicial en el Taller “Escritores de lo Imposible” dirigido por la Profesora Erica Rozek, en la librería Palabras Andantes. Esta experiencia me estimuló a continuar mi labor literaria con diferentes expresiones, abarcando poemas y algunos textos breves, para llegar a la narrativa, género que me convoca particularmente. Surgen así mis libros “Desde mis raíces” y “Mujeres”, publicados en un lapso de tres años.
En el primero de ellos y a partir de un hecho puntual, fui narrando casi sin darme cuenta la historia de mis antepasados desde su llegada al país, hasta el presente. Los datos que necesitaba recolectar para establecer fehacientemente parentescos, me llevaron a hilvanar acontecimientos, ubicarlos en tiempo y espacio, unir dos ciudades en historias de vida demasiado ricas, que ameritaban un lugar en la narración. Así llegué a esta historia que podríamos considerar autobiográfica, aunque se inicia mucho tiempo antes de mi nacimiento.
En mi segundo libro: “Mujeres”, abordo problemáticas como la marginación social, la violencia de género y la diversidad de género. Relato historias en las que las principales protagonistas son mujeres que cumplen un rol fundamental para el desarrollo de la trama.
Consta de tres historias: La Otra Mujer, Mujer de dos orillas y Tres mujeres y una flor. La primera de ellas tiene su base en un hecho acontecido en mi infancia y del que no hay otro registro más que la memoria de los vecinos, ocasionales testigos del desenlace. A partir de ese desenlace, armé toda la historia uniendo algunos datos que escuchaba en mi niñez, con sucesos surgidos de mi imaginación. Las otras dos historias, son de ficción, aunque las ubico en escenarios reales, cotidianos y que, por diferentes razones, son conocidos por mí.
Sin duda, es el entorno que me rodea, mi ciudad y sus barrios -los que transité por distintas razones- lo que enmarca mis historias y las ubica en sitios reales. También algunos personajes son inspirados en gente que he conocido, dejando memorias que influyen en el relato."
Se puede mencionar también que ha realizado de diversas actividades literarias como escritora, expositora o autora, entre estas:
- Participación en la Antología de SADE Santa Fe, con un relato breve y dos poemas
- Participación en la Suelta de Poemas de SADE Nacional, para el Día del Lector año 2021, con la publicación del poema: Soneto Nocturno
- Participación en mesas de lecturas con poemas propios, en la Semana de la Poesía de Santa Fe, noviembre 2021
- Lectura de un poema de mi autoría en la El Día de la Poesía, actividad llevada a cabo en el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Santa Fe, en abril del presente año.
OBRA | Selección de la autora
DESDE MIS RAICES
La sirena del barco lo despertó sobresaltado. Con mucho cuidado de no ser visto, como venía haciendo durante los 22 días que llevaban navegando escondidos, Andrés se asomó entre los rollos de soga. Entonces la vio. La imagen que habían creado, estimulados por la fantasía y por el recuerdo de los relatos tantas veces escuchados, se hacía real frente a sus ojos. Despertó a Luciano y lo arrastró con él hasta el lugar desde donde el perfil de una Buenos Aires somnolienta, fría y brumosa, se veía mejor.
Pronto tendrían la respuesta a la pregunta que los perseguía desde aquel atardecer caluroso en Orense, cuando sólo la curiosidad los hacía pensar en América:
-¿Cómo será?
-¿Qué cosa?
- Buenos Aires, allá en América. ¿Viste lo que contó el tío de Imanol? Dice que todo es muy nuevo, que la gente baila tango, un baile donde el hombre abraza a la mujer y tienen las caras pegadas, además, todo el mundo tiene trabajo y que hay muchísimo campo cerca…
(……)
-¿Cómo será?...
-¡Andrés, Luciano!
La voz de Asunción llamándolos a cenar interrumpió la charla y corrieron a la casa a sentarse a la mesa que reunía la familia en la última comida del día.
Cuando se despidieron de Ángel y Asunción, no imaginaban que sería la última vez que sus padres les darían la bendición antes de dormirse.
Los despertó el griterío y los ruidos desconocidos. Asomados a la ventana del cuarto un resplandor rojo los encandiló.
Después todo fue desolación, orfandad, miedo y desamparo.
Y así la pregunta de siempre se convirtió en la esperanza de un nuevo comienzo. Nada quedaba de los campos plagados de generosos racimos, de la casa grande y acogedora. Lo peor de todo era que nada quedaba de la familia. (…..)
No fue fácil llegar al puerto de ultramar en Vigo y subir a escondidas al barco que los llevaría a Buenos Aires. (……)
Muy cerca estaban ya de encontrar la anhelada respuesta. Otra historia comenzaría en Buenos Aires para estos chicos que, a sus trece y catorce años, se abrirían camino en el nuevo mundo.
"MUJERES"
La otra mujer
-I-
En una esquina del centro-sur de la ciudad de Santa Fe, donde hoy en día se yergue un edificio de tres plantas, se levantaba una importante casona, estilo italiano, cuyo frente abarcaba toda la esquina, en una sucesión de ventanales que rodeaban la ancha puerta de doble hoja, de madera lustrada y tallas en relieve, en la que siempre brillaban la boca del buzón, el llamador y el picaporte, todos de bruñido bronce. Tan importante como la casa era el apellido de la familia que la habitaba: López Balcarce.
Fieles a su linaje, los habitantes respetaban a rajatabla las buenas costumbres de las que se debía hacer gala en la época y el medio en el que se encontraban insertos. La señora de la casa se ocupaba de supervisar al personal de servicio y de regentear el cuidado de los niños, siempre a cargo de niñeras, mientras que el hombre trabajaba en su profesión sin dar participación alguna a su esposa. Esta rutina se repetía de lunes a sábados a la mañana. Los sábados y domingos a la tarde López Balcarce se vestía con su ropa de montar y se dirigía al campo que la familia tenía sobre el río Salado, pero sólo para echar un vistazo y charlar con los peones, porque lo administraba durante la semana. (……) Nada hacía suponer que un sábado a la siesta esta rutina se interrumpiría abruptamente, marcando para siempre el destino de toda la familia. (……)
Mujer de dos Orillas
Juan
Juan entró, tiró sobre el sillón del living la campera de cuero y se sacó los zapatos. En tantos años no había logrado acostumbrarse al calzado de vestir. Abrió la heladera sin prender la luz de la cocina para sacar una latita de cerveza. No estaba todo lo fría que le hubiera gustado pero igual la empezó a tomar mientras se acercaba a la ventana. Ya era de noche y las luces de la Costanera, a las que se sumaban las luminarias de los dos puentes, el emblemático Puente Colgante y el Viaducto Oroño, hacían más nítida la visión de la Laguna Setúbal en su unión con el Riacho Santa Fe. El oleaje era tan intenso que golpeaba contra la sufrida baranda y salpicaba la vereda.
-“Está todo muy crecido”, pensó.
Inmediatamente giró la cabeza y miró, aunque se había prometido a sí mismo no fijarse nunca, no pudo evitarlo y vio. La costa de enfrente, hacia el Sur, se veía triste a esa hora. Era invierno y el paisaje que tanto conocía todavía le dolía, lo penetraba desde los ojos hasta el corazón y otra vez se arrepintió de haberse dejado convencer por el vendedor, de que ese departamento, que él había estrenado, era el adecuado.
La vista era hermosa en días soleados y noches transitadas de verano, pero le devolvía recuerdos que prefería olvidar. “De todos modos, ahora no puedo hacer nada”- se dijo y dejó el ventanal para ducharse mientras pensaba dónde cenaría esa noche. (……)
Teresita
Teresita abrió la ventana de la oficina de su jefe para permitir que entre aire nuevo y fresco, revisó el escritorio, prendió la computadora y antes de salir dio una mirada para controlar si todo estaba bien. Hacía cuatro años que Juan era su jefe y había entre ellos una comunicación muy especial.
Cada mañana al encontrarse se reunían a organizar las actividades del día, mientras se contaban, saboreando el café recién preparado por Teresita, algunas cuestiones de las vidas de cada uno. Se habían acostumbrado a escucharse con
atención y respeto y se habían atrevido a darse consejos un par de veces. Era una relación estrecha de amistad que Juan valoraba y Teresita se esmeraba en mantener en esos términos; no podía imaginar su vida sin ella.
Antes de la llegada de Juan pensó en Ignacio, recordando que tenía un examen parcial y por eso llegaría un poco más tarde a trabajar. Rezó en silencio, invocando al Corazón de Jesús, en el que confiaba con devoción. Necesitaba que rindiera bien. Hacía tanto que lo apoyaba en sus estudios y lo alentaba para que continuara, a pesar de que se le hacía cada día más difícil conciliar el trabajo con el cursado en la Facultad. (……)
Lo había conocido en Alto Verde, ese barrio humilde de la capital de Santa Fe, dando apoyo escolar como actividad de servicio del Colegio. (……)
Tres mujeres y una flor
A las 7.30 de una cálida mañana de noviembre, tres mujeres desconocidas entre sí y de diferentes edades, esperaban en la parada del colectivo. Ninguna de ellas sabía cuánto las unía. (……)
La rutina de dejar a Marita en la parada del ómnibus, se repetía todas las mañanas y el saludo de ella con el brazo en alto, una vez que arrancaba la moto, también.
Este saludo no pasó desapercibido por Adela. De alguna manera tenía que encontrar la forma de acercarse y poder hablar con Marita. Era imperioso (……)
"MUJERES" | Susana Ibañez
"En Mujeres, su segundo libro, Lucrecia Freyre ha incluido tres relatos que comparten algunas características: se tratan de mujeres de gran fortaleza que luchan para vencer obstáculos (diferencias de clase, violencia de género, prejuicios, problemas de salud) y de varones en su mayoría afectivamente inmaduros, superficiales (pienso aquí en los dos primeros relatos), o violentos (pienso en el tercero). Las protagonistas se ocupan de auxiliar a los más vulnerables, tratan de formar parejas fundadas en el amor y de lograr justicia por situaciones de violencia. Gracias a la acción de ellas, algunos de estos personajes masculinos aprenden a vivir según sus sentimientos y otros sufren diversas formas de castigo, ya sea autoinfligido o penal, por su incapacidad de conciliar sus deseos y las expectativas sociales. El primer cuento, “La otra mujer”, muestra las dificultades que encuentra un hombre de familia acomodada para vivir sus sentimientos por una chica humilde del norte de la ciudad, y las de ella para aceptarse como su amante. En el segundo, “Mujer de dos orillas”, la secretaria de un hombre poderoso trabaja por los más pobres en Alto Verde y consigue reunir lo que la insensibilidad de su jefe ha separado. En el tercero, “Tres mujeres y una flor”, las protagonistas, sobrevivientes de violencia machista, encuentran la manera de hacer justicia a través de la solidaridad de género. Ubicados en Santa Fe en distintos momentos históricos, los relatos muestran una profunda religiosidad –se trata de personajes que rezan, que asisten a misa y participan en obras de la iglesia–, y una marcada conciencia de las diferencias sociales y económicas que separan a los habitantes del centro-sur de la ciudad de los que viven en barrios menos favorecidos. La autora ha elegido un lenguaje culto, un punto de vista omnisciente y un estilo que se construye sobre una relación de los hechos más que sobre diálogos o escenas. El libro se consigue en Del Otro Lado y en Tiempo."
OBRA | Poesía
EN LA QUEBRADA
AMANECER
No hay más colores
todos están en la montaña
Desafían al ojo humano y lo encandilan,
encendido el farol de la mañana.
MEDIODÍA
Arde el mediodía
El sol pinta de amarillo
los picos nevados
y los ramos de azafrán
en la espalda de la coya, adosados.
CREPÚSCULO
Se oculta el sol,
las montañas lo esconden
Reposa el cóndor
La Pachamama
descansa.
("En la quebrada", Freyre Lucrecia. Antología Literaria 2020 Página 171. Publicación "44 Aniversario" de la S.A.D.E - Sociedad Argentina de Escritores - Santa Fe, pág. 171)
CONTACTO | Redes Sociales
E-MAIL: lucreciafreyre@yahoo.com.ar
FACEBOOK: Lucrecia Freyre
Esperamos hayan disfrutado el avance del presente artículo, si es así los invitamos a dejarnos su #MeGusta, #Reacción y/o/a darle #compartir en sus redes sociales para difundir nuestro trabajo, pero sobre todas las cosas para darle promoción a la preciada obra de Lucrecia Freyre. Tiene una característica obra de la que hay mucho por conocer. ¡Buena vida luchadores!
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